Cada
día me abrumaba más, sentía que era invisible. Nadie me hablaba, nadie se
percataba de mí, nadie me miraba. Cada día me encontraba más impaciente de por
fin volver a ver a mi mejor amigo, Ben. No era lo mismo sin mi amigo, con él
reía, me entretenía, él me tomaba en cuenta, fue la primera persona quién me
hablo, y es con quien tratábamos de resolver todos los misterios del libro que
encontró.
Ahora que recuerdo, estos meses trate de
ayudar a quienes podía con problemas de rupturas y daños de algún material. Aún
me sentía demasiado mal por lo que había pasado, los asesinatos y demás, sabía
que con una simple “ayuda social” no era suficiente para poder calmarme o poder
librarme del pecado, aunque no haya sido mi intención. Aún no se como todo esto
pasaba, en especial a mí, pero solo me quedaba hacer lo que ya he estado
haciendo desde que tengo memoria sobrellevarlo y sentirme una persona común y
corriente. Todo lo que había sucedido estas últimas fechas luego del terremoto era
extraño.
Hasta ahora lo que sabía era que había
alguien cuidando de mí, y ese alguien era un ángel, pero entonces que o quien
es lo que me hace hacer cosas malas. Le tenía un poco de envidia a Ben, él
tenía a su padre y bueno tenía a la señora Donson, que para según él lo trataba
como si fuese su hijo, mientras que yo solo tenía a mi mamá y bueno de mi papá
tenía vagos recuerdos. Tenía en la mente la cruda realidad que sea como sea yo
debía aceptar: “mi padre nos abandonó a mamá y a mí”
Me preguntaba si Ben sentía envidia de
algo o alguien, ya que él literalmente lo tiene todo. Generalmente mi amigo era
una persona muy optimista, no importa cual fuese el problema el siempre trata
de hacerlo sin rendirse, algo me decía que en todo este tiempo él ha estado
tratando de destruir o reconstruir algo tal y como decía en el libro, debe ser
por eso la razón que me dijo que ya no vuelva a visitarlo. Últimamente Ben
había perdido algo de su carisma, si no mal recuerdo fue luego de la charla que
tuvo con su papá, ese incomodo día donde el señor Fitsher nos encontró tratando
de descifrar el libro, puede que esa sea otra razón por la que Ben me pidió no
visitarlo. Pero bueno era tiempo de dejar de pensar y recordar, debía irme a
dormir para otro aburrido y solitario día de escuela.
Ya en la mañana, me bañe y cambie para
luego desayunar e ir listo al colegio, quise ganarle a mamá pero apenas termine
de ponerme mi uniforme del colegio mamá ya estaba llamándome para desayunar.
Como toda mañana el desayuno y camino al
colegio era lo más tranquilo. Llegué al colegio, como siempre temprano. Era una
persona muy puntual, no me gustaba llegar tarde así fuese por un minuto ya que
era posible que tropezará con alguien, ó como paso justamente en este preciso
momento golpearme con la puerta por entrar a unos segundos antes que toque el
timbre como le sucedió en ese momento a Ben.
- ¿¡Ben!?
– me levante del asiento
- Sano
y salvo, y tarde como siempre – se carcajeó.
- Me
tendrás que contar que fue lo que pasó… ¿por qué tardaste tanto en volver? –
comente confuso
- Si
si pero más tarde, por ahora lo que voy a decir es algo mucho mejor – sonrió
aun mas – te espero en mi casa a las 6 de la tarde, nos vamos al parque de
diversiones.
- ¿¡Queeé…!?
– fue lo único que dije
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