jueves, 14 de junio de 2012

Los 3 Meses de Soledad


Cada día me abrumaba más, sentía que era invisible. Nadie me hablaba, nadie se percataba de mí, nadie me miraba. Cada día me encontraba más impaciente de por fin volver a ver a mi mejor amigo, Ben. No era lo mismo sin mi amigo, con él reía, me entretenía, él me tomaba en cuenta, fue la primera persona quién me hablo, y es con quien tratábamos de resolver todos los misterios del libro que encontró.
     Ahora que recuerdo, estos meses trate de ayudar a quienes podía con problemas de rupturas y daños de algún material. Aún me sentía demasiado mal por lo que había pasado, los asesinatos y demás, sabía que con una simple “ayuda social” no era suficiente para poder calmarme o poder librarme del pecado, aunque no haya sido mi intención. Aún no se como todo esto pasaba, en especial a mí, pero solo me quedaba hacer lo que ya he estado haciendo desde que tengo memoria sobrellevarlo y sentirme una persona común y corriente. Todo lo que había sucedido estas últimas fechas luego del terremoto era extraño.
     Hasta ahora lo que sabía era que había alguien cuidando de mí, y ese alguien era un ángel, pero entonces que o quien es lo que me hace hacer cosas malas. Le tenía un poco de envidia a Ben, él tenía a su padre y bueno tenía a la señora Donson, que para según él lo trataba como si fuese su hijo, mientras que yo solo tenía a mi mamá y bueno de mi papá tenía vagos recuerdos. Tenía en la mente la cruda realidad que sea como sea yo debía aceptar: “mi padre nos abandonó a mamá y a mí”
     Me preguntaba si Ben sentía envidia de algo o alguien, ya que él literalmente lo tiene todo. Generalmente mi amigo era una persona muy optimista, no importa cual fuese el problema el siempre trata de hacerlo sin rendirse, algo me decía que en todo este tiempo él ha estado tratando de destruir o reconstruir algo tal y como decía en el libro, debe ser por eso la razón que me dijo que ya no vuelva a visitarlo. Últimamente Ben había perdido algo de su carisma, si no mal recuerdo fue luego de la charla que tuvo con su papá, ese incomodo día donde el señor Fitsher nos encontró tratando de descifrar el libro, puede que esa sea otra razón por la que Ben me pidió no visitarlo. Pero bueno era tiempo de dejar de pensar y recordar, debía irme a dormir para otro aburrido y solitario día de escuela.
     Ya en la mañana, me bañe y cambie para luego desayunar e ir listo al colegio, quise ganarle a mamá pero apenas termine de ponerme mi uniforme del colegio mamá ya estaba llamándome para desayunar.
     Como toda mañana el desayuno y camino al colegio era lo más tranquilo. Llegué al colegio, como siempre temprano. Era una persona muy puntual, no me gustaba llegar tarde así fuese por un minuto ya que era posible que tropezará con alguien, ó como paso justamente en este preciso momento golpearme con la puerta por entrar a unos segundos antes que toque el timbre como le sucedió en ese momento a Ben.
-       ¿¡Ben!? – me levante del asiento
-       Sano y salvo, y tarde como siempre – se carcajeó.
-       Me tendrás que contar que fue lo que pasó… ¿por qué tardaste tanto en volver? – comente confuso
-       Si si pero más tarde, por ahora lo que voy a decir es algo mucho mejor – sonrió aun mas – te espero en mi casa a las 6 de la tarde, nos vamos al parque de diversiones.
-       ¿¡Queeé…!? – fue lo único que dije

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