jueves, 1 de marzo de 2012

Lluvia de Sangre


Al despertar, me encontraba tirado frente a la puerta de mi casa. No recordaba cómo había llegado hasta allí. Me puse de pie y me percaté que toda me ropa estaba manchada de rojo “esto es… ¿sangre?”.
     Por más que trataba no podía recordar lo que había pasado camino a casa. Solo esperaba que mamá no me viera así, que ella esté un poco tranquila y este en otro lado de la casa que no sea la sala.
     Entre a la casa, para mi suerte, mamá estaba sentada en el sillón viendo una de sus novelas favoritas. Al cerrar la puerta y escuchar el ruido mamá no pudo despegar los ojos de la televisión.
-       Hola Patrick – saludó
-       Hola mamá – respondí – me voy a bañar – salí corriendo al baño
-       Pero espera te…. – mamá casi pudo verme al voltear, por suerte fui más rápido – bueno, no te demores. Voy alistando la cena – alzó un poco la voz.
     Oculté lo mejor que pude la ropa manchada de sangre y me puse mi pijama, en un instante ya estaba bajando para cenar junto a mamá. Mi temor era que mamá pueda ver los nervios que tenía, ya que aún no cesaban.
-       Oh… Patrick, ya esta lista la comida, toma asiento – dijo mamá trayendo la comida desde la cocina a la mesa.
-       Gracias mamá – comí una gran cucharada de la comida de mamá – delicioso como siempre.
-       Gracias Patrick, ahora dime – todo su expresión cambio – ¿Dónde has estado? – preguntó seriamente.
-       Estuve en la casa de mi amigo…
-       Y por eso, ¿llegaste tarde? – mi examinó – y… ¿porqué estas temblando?
-       Estoy preocupado por mi amigo – mamá cambio su expresión – él… él se fracturo el brazo y la pierna… – el rostro de mamá se alarmó
-       ¿Pero… cómo es posible, está bien, como sucedió?
-       Él estaba trepando árboles, hasta que quiso trepar el árbol más grande del parque. Subió a la punta mas alta de ese árbol y… – no quise darle todos los detalles exactos, así que tuve que mentirle – una de las ramas no soportó su peso y se rompió…
-       Pobre chico, pero porque hacer algo tan irresponsable – se lamento mamá – espero que tu no estés haciendo lo mismo – advirtió
     Mentirle y hacerle preocupar a mamá era una de las cosas que más odia, pero no le podía decir algo que aun yo no sabía que era y por eso preocuparla aun más. Me salve en el instante que salió un flash de último minuto en la televisión.
-       Patrick y por… - la televisión la interrumpió
-       Noticias de último minuto – anunció el reportero – masacre en serie.
-       ¡Qué horror! – se horrorizó mamá
-       Hoy exactamente a las 7:35 de la noche – comentaba el reportero – se aviso de una monstruosa masacre en la avenida Pardo en el distrito de Miraflores. Una misteriosa persona ataco, mas bien, torturó y asesinó a más de veinte personas, que transcurrían en la avenida anunciada a esas horas – el reportero se lamentó mucho al decir las palabras siguientes – Lamentablemente no hubo sobrevivientes ni heridos, todos fueron ferozmente asesinados, lamento la perdida a los familiares, los fallecidos son….
     Me quede heleado, yo me acuerdo haber estado ahí, donde casi me choca el carro, pero no recuerdo que más paso. Fue ahí cuando perdí el conocimiento y llegue a mi casa. Acaso… acaso… ¿yo soy un sobreviviente?
-       Una de las victimas logró grabar en su celular, a la horripilante bestia en medio del asesinato. Tenemos el video en exclusiva.
     Una especie de demonio estaba asesinando a diestra y siniestra, que gran valentía o estupidez del quien estaba grabando. Mamá se estaba cansado de ver tal barbaridad ya iba a cambiar de canal hasta que la imagen se congeló y llamó mi atención. En la imagen salía el demonio tratando de atacar a la persona que estaba grabando, se podía ver su mano y sus tremendas y temibles garras, pero en el centro de esta había una cicatriz, esta tenia la forma parecida a una estrella.
     Al ver la cicatriz de este demonio mi mano izquierda comenzó a arderme, trata de acabar con el dolor cubriendo mi mano izquierda con la derecha.
-       ¿Por qué crees que te arde la mano?... – se escucho en un silbido una voz terrorífica - ¿porqué no te fijas y lo averiguas? – tenía una risa malévola.
     Miré a mamá y al parecer ella no podía escuchar la voz que yo estaba oyendo. Me asuste aun más, porque estas cosas me pasaban a mí. Tragué saliva para poder darme un poco de valor. Traté de dejar a luz mi mano izquierda, la estaba volteando de a poco. Cuando logré ver la palma de mi mano ahí estaba, esa cicatriz en forma de estrella se encontraba en la palma de mi mano.
-       Fui… ¿yo? – se volvió a escuchar la risa escalofriante, las lágrimas no ibas a tarda en aparecer – me voy a mi cuarto – dije lo más serio que pude ser.
     No podía pensar en nada tenía la mente en blanco, la luna volvía a ser resplandeciente, “la luz, puedo sentir tanta calma” balbuceé tratando de coger la luna con una mano. Cogí una frazada me senté en medio de la ventana dirigí mi vista hacia la luna cerré los ojos y me quede dormido.
-       Te lo dije, Patrick, no cierres tu mente, trata de pensar claramente lo que tienes y dentro de poco entenderás lo que te sucede – se escuchó tan cálida esta voz que abre con más fuerza la frazada.