Quedamos
perplejos, Ben y yo, no entendíamos muchas de las palabras escritas en el
libro. En la hojas siguiente habían una especias de marcas y al final el dibujo
entero, un dibujo muy parecido a la cicatriz que tenía en la mano izquierda,
solo que esta era una estrella de seis puntas. Me sentí aliviado de no ver ahí
mi cicatriz, pero esto no duro por mucho, ya que en el momento que Ben volvió a
cambiar de página… ahí estaba, ese cicatriz la estrella de cinco puntas.
- Y
que se supone que hacemos con esto – dijo Ben luego de examinar las únicas
cuatro hojas que están escritas.
- “Advertencia:
si te dejas llevar completamente por la ira, prepárate a perder el camino a la
luz. Todo tiene un equilibrio…”
- ¿qué…?
– Ben quedo boquiabierta – ¿puedes entender lo que dice?
- Creo
que sí, pero no completamente, luego del equilibrio hay unas palabras más que
no logro comprender… - fruncí el seño
- Pues,
eso no importar, si puedes entender un poco simplemente lee lo que puedes y
trata de entender lo que quiere decir – Ben se encontraba ansioso
- Tienes
razón. Dame unos minutos – comenzó a leer
Estaba leyendo tranquilamente, Ben no
paraba de estar inquieto. Cada de hacía un cambio de expresión, él se
entusiasmaba. Si que era un poco difícil de entender este tipo de lectura, no
tenía idea de qué tipo de idioma era ni porque podía entenderlo, al menos un
poco.
Fueron tres las veces que tuve que leer y
leer el capitulo para poder entender a lo que se refería, y aun así me quedo un
poco confuso.
- ¡Y!……
¿Qué entendiste? – preguntó Ben a penas cerré el libro.
- El
capitulo trata de enseñar lo que la reconstrucción y la destrucción. Por lo que
insinuaba la ira va de la mano con la destrucción y la serenidad con la
reconstrucción – Ben aun no podía entender nada – “Debes de mantener tus
pensamientos claros, no caer en los pensamientos que te traigan ira. Si esa es
tu elección, podrás trazar las líneas de la reconstrucción” eso decía en la
parte de la serenidad – Ben quedo analizando cada palabra – “Si tu camino es
otro y solo te dejas guiar por la ira, tus manos te guiaran a trazar las líneas
de la destrucción, no han de ser tan fuertes si no puedes controlar tu ira” y
eso citaba en la parte de la ira – hice una breve pausa, para ver si Ben quería
opinar algo – luego salía la forma de los trazos y por último la advertencia,
que ya leí hace un momento.
- Enserio…
¿crees que sea de verdad? – su ansiedad volvía a aparecer - crees que se pueda
dibujar y poder reconstruir como destruir
- Pues
aquí dice que si dominas una de los dos, la ira o la serenidad, tus propias
manos podrán guiar a trazar las líneas de cada una
- Tal
vez… – se quedo pensando un momento - ¿por qué no lo intentamos? – sin pensarlo
Ben cogió la lámpara de su mesa de noche y la tiro al suelo
- Pero…
¿estás loco? – quede un poco perplejo
- No
hay que perder el tiempo pensando, si es más rápido actuando – se carcajeo -
¿puedes traer una tiza que está en el primer cajo del escritorio del cuarto del
lado?
- Wow…
sí que estas un poco loco – sonreí – ya vuelvo
Salí de la habitación hacia la que sigue,
pero la luz que entraba desde la ventana del final del pasillo me llamo la
atención. Caminé hacia la ventana y vi a la señora Donson regando las platas,
podía notar su cambio de ánimo, ahora esta de muy buen humor estaba sonriendo y
casi se podía decir que estaba bailando mientras regaba.
Fue algo aterrador ver a la señora Donson
sonreír, su rostro no emanaba una felicidad pura, aun sonriendo la señora
Donson no me daba buena espina.
Me dio miedo ver que la señora Donson iba
a fijar su mirada hacia la ventana donde me encontraba, así que salí corriendo
a buscar la tiza, entre a la habitación que estaba al costado de la habitación
de Ben.
Esta nueva habitación era como una
biblioteca, había muchos libros y en centro un escritorio, continué hacia el
escritorio, abrí el primer cajón y saque un par de tizas blancas.
Salí de la habitación para encontrarme con
mi amigo. Ahora podía escuchar que la señora Donson tarareaba una especia de
canción, la cual no pude entender, aunque era algo tétrica para su estado de
ánimo.
- ¿Por
qué demoraste tanto? – pregunto Ben
- Bueno,
es que estaban algo escondidas las tizas – mentí
- No
importaba. Vamos a ver pásame una tiza – Ben no podía con sus ansias.
Le tendí la tiza a Ben, por suerte él era
zurdo. El rostro de concentración de Ben era gracioso, si que se concentraba
demasiado, incluso cerró los ojos para una mayor concentración, pero al cavo de
unos minutos se rindió. Abrió los ojos y partió la tiza en dos.
- Es
inútil, pensé en todo lo que me calmaba pero nada – hubo un pequeño silencia,
hasta que Ben dijo – ¿Por qué no lo intentas tú?
Me arrodillé con la tiza en mi mano derecha,
pasaron unos segundos y tampoco nada sucedía. Paso un flashback por mi mente un
par de niños naciendo. A los pocos segundos mi mano comenzó a moverse por sí
sola, comenzó a crear la estrella de seis puntas para luego encerrarla en un
círculo perfecto. Fije mi mirada hacia la lámpara, y esta se encontraba
perfectamente reconstruida, en ese mismo instante alguien entro por la puerta.
- Creo
que la hora de visitas termino, Ben necesita descansar y tomar sus medicamentos
– dijo el señor Fitsher
- Buenas
tardes señor Fitsher, ya estaba de salida – respondí al instante – nos vemos
Ben.
- Está
bien Patrick no hay problema, nos vemos mañana
- Hasta
luego joven Patrick – se despidió el señor Fitsher – la señora donson está en
el jardín, ella pueda abrirte la puerta
- Muchas
gracias señor, hasta luego
- Tu
jovencito… - yo ya había salido de la habitación, pero la voz firme del señor
Fitsher se podía escuchar un poco – tienes que darme algunas respuestas…