Desperté
recostado en mi cama, no entendía como llegué hasta ahí, lo último que recodaba
era a mí viendo la luna recostado en la ventana, pero no sabía cómo desperté en
mi cama. Tal vez puede que sea sonámbulo, aunque con mi suerte algo tan
sencillo como eso era difícil que me pase.
Lo primero que hice fue llamar a Ben, para
saber cómo se encontraba luego de lo que paso ayer, pero nadie contestó. Quise
ir a la casa de mi amigo, pero mamá quiso que primero tomara desayuno y le
contara todo lo que habíamos hecho ayer en el parque de diversiones. Para no
sonar desesperado, copié a la perfección todas y cada una de las palabras que
Ben le comento a Josh cuando este le pregunto qué tal la habíamos pasado en el
parque de diversiones.
Termine de desayunar y de charlar con
mamá, luego de eso rápido me aliste y salí directo a la casa de Ben. Estaba
preocupado por mi amigo, ayer el se encontraba devastado tanto que no quiso
mirarme a los ojos más de dos segundos para despedirse.
Llegué a la casa de Ben y estuve tocando
la puerta un buen rato, nadie salía. Espere sentado en la puerta por más de una
hora a ver si alguien llegaba, pero nada. Nadie salía, nadie venia, mi amigo
Ben no estaba… Me paso por la cabeza tomar la llave que se encontraba escondida
en el ladrillo suelto, pero lo pensé mejor y lo deje ahí.
Al día siguiente, domingo, volví hacer lo
mismo. Me desperté, tome desayuno, me arregle y salí nuevamente hacia la casa
de mi mejor amigo, Ben.
Volví a tocar y tocar la puerta y nadie
salía, espere por más de tres horas y tampoco nadie venía. Ya no lo pensé ni
merité, tome la llave que se encontraba en el ladrillo suelto y me escabullí
por la entrada. La casa estaba limpia, salvo por el ángel de la pileta que se
encontraba hecho pedazos, gracias al gran rayo que le cayó hace dos días.
Llegue hasta la puerta que daba entrada a
la gran mansión. Al momento de abrir la puerta un sonido muy raro se escuchaba
proveniente del segundo piso, la imagen del cuadro, donde se podría notar al
ángel en la parte superior y al demonio en la parte inferior, volvió a llamar
mi intención, parecía que me llamase. Poco a poco me acerque a ese cuadro, sin
preocupación de ser visto.
Unos grandes pasos se escucharon desde las
escaleras, pero eso no logró sacar mi atención del cuadro. Un fuerte apretón en
mi hombro logró sacarme de la estupefacción. Un simple “au” fue lo que
pronuncie.
- ¿Qué
haces aquí? ¿Cómo has entrado? – me pregunto el señor Josh
- Vine
para ver como se encontraba Ben – le respondí temeroso
- Mi
señor se encuentra muy bien, y será mejor que te vayas – me miro fijamente – mi
señor no desea ver a nadie – hizo énfasis en “mi señor” – ahora vete
- Dígale
que vine a buscarlo y que lo espero mañana en el colegio, por favor – le pedí
amablemente
- Ya
conoces la salida – fue lo único que dijo y me fui
Comencé a razonar y pensar, qué era lo que
sucedía en casa de Ben, qué era esa extraña música que se escuchaba y porque
ahora el señor Josh llamaba a Ben “mi señor” y no “joven Ben”. Cada vez mas
parecía que el señor Josh estaba tomando la misma aptitud que Pandora, y por
eso tuve suerte de salir vivo de la casa de Ben.
Ahora ya no podría volver a la casa de
Ben, el señor Josh ya estaría precavido si yo quisiera volver a entrar a la
gran casa. Todo fue por ese cuadro, que me dejo hecho un zombi sin darme cuenta
lo que pasaba a mí alrededor, ese cuadro era muy extraño…
Todo el día quede encerado en mi
habitación, aun faltaban por terminar algunas tareas del colegio y mamá no
hubiera querido que los pasara por alto, o sino otro día ya no me daba permiso
para ir a buscar a mi mejor amigo, del que por ahora no sabía nada.
Prendí la computadora para matar el
tiempo, ahora que me daba cuenta desde que conocía a Ben no eh vuelta a
escribir los correos que diariamente enviaba al supuesto correo de mi papa y
tampoco había abierto mi correo para ver si tenía algún mensaje, aunque casi
nunca tenia mensaje, aparte de quien iba yo a tener mensaje.
Tenía… tenía un mensaje, mi primer mensaje
para ser realista, pero de quien y porque tenía mi correo. Espere que terminase
de cargar completamente la pagina web y lo primero que vi y me dijo con los
ojos abierto fue el remitente… decía “De: papá”. Moví la cabeza un par de veces
poder ver que me encontraba despierto. El mensaje era corto pero aun así me
dejo como piedra, no pude moverme y tampoco podía creer lo que decía “nos
veremos muy pronto”
Me eche a dormir pensando que lo que paso
fue nada más que un sueño y que en realidad nadie me había enviado un mensaje.
Dormí tranquilamente esa noche.
A la mañana siguiente me desperté y no
veía las horas por llegar al colegio de una vez, espera ver a mi amigo Ben para
saber cómo se encontraba, aun me tenia preocupado, no contestaba ninguna de mis
llamadas y los dos días anteriores que lo fui a buscar no pude verlo. Mi única
oportunidad de hablar con él era mediante el colegio.
Estando cerca del colegio, antes de entrar
por la puerta principal, una piedra me había caído en la cabeza. Volteé para
ver quién fue el responsable de tirar la piedra y vi a Lilly escondida en una
casa cerca al colegio, me llamo con un gesto de manos y fue a encontrarme con
ella.
- Sé
lo que paso – se apresuro antes que yo le dijera algo – ven sígueme
- ¿Y…
el colegio? – pregunté nervioso
- Tu
tampoco quieres ir al colegio, y si vas es porque crees que te encontraras con
Ben – cerro los ojos – él no vendrá hoy, está encerrado en su casa – me tomo de
la mano – ahora ven, vamos – me jalo al igual que Ben
- ¿encerrado?
– dudé
- Si,
Ben se encuentra encerrado, vamos rápido
No lo dude
dos veces, al escuchar que mi mejor amigo se encontraba encerrado me deje
llevar y corrí junto a Lilly...