jueves, 16 de agosto de 2012

Encerrado


Desperté recostado en mi cama, no entendía como llegué hasta ahí, lo último que recodaba era a mí viendo la luna recostado en la ventana, pero no sabía cómo desperté en mi cama. Tal vez puede que sea sonámbulo, aunque con mi suerte algo tan sencillo como eso era difícil que me pase.
     Lo primero que hice fue llamar a Ben, para saber cómo se encontraba luego de lo que paso ayer, pero nadie contestó. Quise ir a la casa de mi amigo, pero mamá quiso que primero tomara desayuno y le contara todo lo que habíamos hecho ayer en el parque de diversiones. Para no sonar desesperado, copié a la perfección todas y cada una de las palabras que Ben le comento a Josh cuando este le pregunto qué tal la habíamos pasado en el parque de diversiones.
     Termine de desayunar y de charlar con mamá, luego de eso rápido me aliste y salí directo a la casa de Ben. Estaba preocupado por mi amigo, ayer el se encontraba devastado tanto que no quiso mirarme a los ojos más de dos segundos para despedirse.
     Llegué a la casa de Ben y estuve tocando la puerta un buen rato, nadie salía. Espere sentado en la puerta por más de una hora a ver si alguien llegaba, pero nada. Nadie salía, nadie venia, mi amigo Ben no estaba… Me paso por la cabeza tomar la llave que se encontraba escondida en el ladrillo suelto, pero lo pensé mejor y lo deje ahí.
     Al día siguiente, domingo, volví hacer lo mismo. Me desperté, tome desayuno, me arregle y salí nuevamente hacia la casa de mi mejor amigo, Ben.
     Volví a tocar y tocar la puerta y nadie salía, espere por más de tres horas y tampoco nadie venía. Ya no lo pensé ni merité, tome la llave que se encontraba en el ladrillo suelto y me escabullí por la entrada. La casa estaba limpia, salvo por el ángel de la pileta que se encontraba hecho pedazos, gracias al gran rayo que le cayó hace dos días.
     Llegue hasta la puerta que daba entrada a la gran mansión. Al momento de abrir la puerta un sonido muy raro se escuchaba proveniente del segundo piso, la imagen del cuadro, donde se podría notar al ángel en la parte superior y al demonio en la parte inferior, volvió a llamar mi intención, parecía que me llamase. Poco a poco me acerque a ese cuadro, sin preocupación de ser visto.
     Unos grandes pasos se escucharon desde las escaleras, pero eso no logró sacar mi atención del cuadro. Un fuerte apretón en mi hombro logró sacarme de la estupefacción. Un simple “au” fue lo que pronuncie.
-       ¿Qué haces aquí? ¿Cómo has entrado? – me pregunto el señor Josh
-       Vine para ver como se encontraba Ben – le respondí temeroso
-       Mi señor se encuentra muy bien, y será mejor que te vayas – me miro fijamente – mi señor no desea ver a nadie – hizo énfasis en “mi señor” – ahora vete
-       Dígale que vine a buscarlo y que lo espero mañana en el colegio, por favor – le pedí amablemente
-       Ya conoces la salida – fue lo único que dijo y me fui
     Comencé a razonar y pensar, qué era lo que sucedía en casa de Ben, qué era esa extraña música que se escuchaba y porque ahora el señor Josh llamaba a Ben “mi señor” y no “joven Ben”. Cada vez mas parecía que el señor Josh estaba tomando la misma aptitud que Pandora, y por eso tuve suerte de salir vivo de la casa de Ben.
     Ahora ya no podría volver a la casa de Ben, el señor Josh ya estaría precavido si yo quisiera volver a entrar a la gran casa. Todo fue por ese cuadro, que me dejo hecho un zombi sin darme cuenta lo que pasaba a mí alrededor, ese cuadro era muy extraño…
     Todo el día quede encerado en mi habitación, aun faltaban por terminar algunas tareas del colegio y mamá no hubiera querido que los pasara por alto, o sino otro día ya no me daba permiso para ir a buscar a mi mejor amigo, del que por ahora no sabía nada.
     Prendí la computadora para matar el tiempo, ahora que me daba cuenta desde que conocía a Ben no eh vuelta a escribir los correos que diariamente enviaba al supuesto correo de mi papa y tampoco había abierto mi correo para ver si tenía algún mensaje, aunque casi nunca tenia mensaje, aparte de quien iba yo a tener mensaje.
     Tenía… tenía un mensaje, mi primer mensaje para ser realista, pero de quien y porque tenía mi correo. Espere que terminase de cargar completamente la pagina web y lo primero que vi y me dijo con los ojos abierto fue el remitente… decía “De: papá”. Moví la cabeza un par de veces poder ver que me encontraba despierto. El mensaje era corto pero aun así me dejo como piedra, no pude moverme y tampoco podía creer lo que decía “nos veremos muy pronto”
     Me eche a dormir pensando que lo que paso fue nada más que un sueño y que en realidad nadie me había enviado un mensaje. Dormí tranquilamente esa noche.
     A la mañana siguiente me desperté y no veía las horas por llegar al colegio de una vez, espera ver a mi amigo Ben para saber cómo se encontraba, aun me tenia preocupado, no contestaba ninguna de mis llamadas y los dos días anteriores que lo fui a buscar no pude verlo. Mi única oportunidad de hablar con él era mediante el colegio.
     Estando cerca del colegio, antes de entrar por la puerta principal, una piedra me había caído en la cabeza. Volteé para ver quién fue el responsable de tirar la piedra y vi a Lilly escondida en una casa cerca al colegio, me llamo con un gesto de manos y fue a encontrarme con ella.
-       Sé lo que paso – se apresuro antes que yo le dijera algo – ven sígueme
-       ¿Y… el colegio? – pregunté nervioso
-       Tu tampoco quieres ir al colegio, y si vas es porque crees que te encontraras con Ben – cerro los ojos – él no vendrá hoy, está encerrado en su casa – me tomo de la mano – ahora ven, vamos – me jalo al igual que Ben
-       ¿encerrado? – dudé
-       Si, Ben se encuentra encerrado, vamos rápido
     No lo dude dos veces, al escuchar que mi mejor amigo se encontraba encerrado me deje llevar y corrí junto a Lilly...

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