jueves, 13 de septiembre de 2012

Cicatriz desaparecida


Ambos, Lilly y yo, corrimos hasta estar alejados del colegio. Lilly dejo de correr y me miro directo a los ojos.
-       Primero debemos de salvar a Ben – se le escucho algo nerviosa – por lo que veo no va hacer fácil – asentí - ¿ya lo has intentado, verdad, verlo?
-       Si – me dije algo apenado, ya que no tuve ni oportunidad de ver a mi mejor amigo – ahora creo que va a ser un poco más difícil entrar a su casa – agache la cabeza y Lilly puso su mano en mi hombro para darme ánimos
-       No te preocupes, entrar va ser lo más sencillo – sonrió – alguien me enseño como – levante la cabeza asombrado, ¿Quién pudo ser ese alguien? – no te lo voy a decir ahora – Lilly leyó mi mente – necesitamos estar los tres para poder decir todo lo que me dijeron – ahora vamos a la casa de Ben – corrí en dirección a casa de Ben – ¡Espera! – gritó Lilly cuando yo ya tenía una gran distancia
-       ¿Qué pasa? ¿no deberíamos de apurarnos?
-       Si eso es cierto, pero necesitamos primero cambiarnos, no queremos que nos vea un policía y nos lleve por estar con uniformados
-       Tienes razón – que es lo que me pasaba, no podía pensar bien claro, Lilly tenía la delantera y al parecer ya lo tenía todo planeado
-       Espero me disculpes – de su mochila saco unas bermudas y un polo de manga corta, ¿esas… no son mis ropas? – tuve que ir a tu casa y tomar algo de tu ropa
-       Vaya Lilly eres… asombrosa – se alegro por el alago – y trajiste una de mis favoritas – sonrió aun mas
-       Ahora si apresurémonos
     Nos cambiamos dentro de una casa abandonada y salimos rápido hacia la casa de Ben. Aun me tenía curiosidad de saber quién era el que le dijo a Lilly como entrar a la casa de Ben y otras cosas más. Yo aun me perdía un poco ir a la casa de Ben desde el colegio, pero Lilly, quien llevaba la delantera, corría de dirección en dirección sin dudar y fueron pocos los minutos que nos tardamos en llegar a su casa.
-       ¡Al fin! Llegamos – dije casi sin aliento y Lilly se detuvo un rato en el parque como quien buscaba algo, yo me senté en una de las bancas mientras Lilly miraba de un lado para otro – ¿buscas algo?
     Lilly no me respondió y continuó mirando a los alrededores buscando eso que no me quería decir. En poco tiempo su mirada se detuvo en un árbol familiar para mí y para mi amigo, el gran árbol, el árbol más antiguo del parque y el más grande.
     Lilly camino sigilosamente, acercándole lentamente al gran árbol. Intenté síguele pero, rápidamente sin voltear, hizo un gesto de alto con su mano y continuo su camino. Tocó con su mano derechera el árbol y lo comenzó a rodear, luego de tocar el punto que toco al inicio sin dudarlo trepo al árbol. Mis impulso me obligaron a pararme  para ir a ayudar a Lilly, pero esta nuevamente hizo otro gesto de alto. Lilly subió hasta la parte más alta del árbol y se metió por uno de los huecos del tronco, mi instinto otra vez me hizo parar, pero esta vez preferí mejor esperar.
-       ¡La tengo! – grito Lilly luego de un minuto – aquí está la llave – salió del agujero y me mostro la llave – ayúdame a bajar, Patrick, por favor
     No entendía como Lilly pudo en un principio subir sin ningún problema hasta la cima del árbol y ahora pedirme ayuda para poder bajar, tenía algo en mente para poder hacer que Lilly baje rápido pero no quería asustarla. Traté de subir pero yo no era tan bueno como Ben en estas cosas.
-       ¿Por qué no haces lo que tienes en mente? – preguntó Lilly al verme dudando en qué hacer
     Miré, dudosamente, la palma de mi mano derecha con la cicatriz en forma de cruz dentro de un círculo.
-       Hazlo de una vez – insistió Lilly
     Puse la palma de mi mano derecha en el lugar exacto donde Lilly comenzó a poner su mano y cerré los ojos y trate de concentrarme, trate de pensar en algo que me traiga alegría, pero con lo que estaba pasado no se me ocurría nada. Trate de ir mas atrás y recordé el instante que Ben y yo conocimos a Lilly y el momento que por casualidad le robe un beso a ella. Abrí los ojos y poco a poco del tronco del gran árbol comenzaron a crecer nuevas ramas desde la cima hasta donde yo me encontraba y poco a poco estas se formaban como haciendo una especie de escalera. Lilly comenzó a bajar lentamente como dudando de la resistencia de las ramas, llegando a los últimos siete escalones uno de estos se rompió y Lilly cayó en mis brazos.
-       ¿Es que no has practicado desde que obtuviste esto? – más sonó a reproche que a pregunta
-       No, la última vez que lo hice fue hace ya un tiempo y fue para ayudar a Ben a mejorarse
-       Pues deberías de practicar – me miro fijamente por unos segundos – ¿a que tampoco te has dado cuenta lo que ha cambiado en ti? – me comencé a recorrer mi mirada por todo mi cuerpo, pero no me percataba de que algo me faltaba. Lilly hizo un gesto de rendición – la palma de tu mano izquierda – señaló mi mano.
     Atónito y algo nervioso volteé mi mano izquierda para poder ver la palma, donde se encontraba la cicatriz de estrella de cinco puntas encerrada en un circulo. Me sorprendió lo que vi, la cicatriz había desaparecido, ya no había nada, mi mano estaba como antes de que tuviera ese sueño del Armagedón.

No hay comentarios:

Publicar un comentario